Nós, brasileiros, confiamos bastante - talvez demais? - no voto eletrônico. Temos independência entre os Poderes e as denúncias de fraude em urnas eletrônicas são muito poucas e localizadas - lembro na época das eleições de denúncias em Roraima ou Amazonas de que um técnico do Tribunal Regional Eleitoral teria supostamente tentado vender por R$ 400 mil uma vaga ao Senado fraudando o sistema e outra da região Nordeste publicada inclusive na Veja.
Não digo que não seja possível a fraude em nossas urnas - muito menos que não haja muita gente que tenha a intenção de fraudá-las. Contudo, somos tão orgulhosos do sistema brasileiro de votação que nos perguntamos, quer dizer, a mídia se perguntava e nós a reboque, por que os americanos também não o utilizam quando deu o fiasco da recontagem dos votos na Flórida na primeira eleição de Bush, contra Al Gore.
Quando se refere à Bolívia ou a Venezuela, porém, a situação é outra. Chávez já tem controle sobre o Legislativo e o Judiciário. Seu perfil truculento e manipulador não só faz suspeitar de que possa fraudar o sistema como causaria estranheza se se descubrisse que as eleições por lá são 100% legítimas.
Um fato para corroborar esta pequena "suspeita" é a insistência do caudilho cocaleiro Morales em implantar o sistema na Bolívia. Acompanhe abaixo artigo sobre o assunto de Eneas Biglione, diretor-executivo da Fundação Hacer, sediada em Washington/DC (www.hacer.org)
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Bolivia: Padrón biométrico, el AS bajo la manga de Evo Morales
por Eneas Biglione *
No conforme con una ley electoral favorable a los designios del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales busca ahora imponer en Bolivia un sistema de padrón biométrico particularmente similar al de Venezuela, en el nombre de la modernización y el avance tecnológico. Pero analizando las características de la experiencia venezolana, podremos entender que esta medida, en caso de ser ratificada, quitará todo vestigio de transparencia de los comicios bolivianos, arrebatando de una vez y para siempre el control electoral de las manos del pueblo y de los partidos opositores, dejando el futuro del país a la sola discresión de un grupo “muy especializado” de ingenieros en sistemas.
Según Smartmatic, la compañía creadora del Sistema Automático de Votación (SAV) combinado con un padrón biométrico, éste fue instaurado con el objetivo de “facilitar de manera transparente y segura el derecho a sufragio”. Pero en terminos prácticos, el gobierno Venezolano guarda celosamente los detalles acerca de su funcionamiento. Tal información se encuentra reservada a su fabricante y a los miembros de la Comisión Nacional Electoral (CNE). En consecuencia, luego de emitido el voto, el sistema lleva a cabo un número desconocido de cálculos y procesos supuestamente destinados a acopiar, transmitir y totalizar el número de votos, dejando el futuro de Venezuela eternamente en manos de la “buena fe” del gobierno.
En ese aspecto interesa considerar las preocupantes conclusiones del informe del Grupo de Seguimiento Técnico (GST) que a duras penas intentó auditar el funcionamiento del SAV para las elecciones presidenciales de diciembre de 2006 en Venezuela. En dicho informe, el GST indica que la CNE le ha impedido llevar adelante una auditoría formal, ya que ha obstaculizando el acceso a la información basica requerida por un ente auditor, manteniendo en secreto entre otras: el listado completo de máquinas de votación y servidores de acopio de la información, los procedimientos para el desarrollo de las aplicaciones y los nombres y roles de los funcionarios que toman parte en el proceso.
En el referido informe, el GST enumera un significativo número de irregularidades técnicas en el sistema, entre las que cabe destacar: la utilización de memorias removibles (pendrives, que incrementan la posibilidad de alterar indebidamente la información) y la inexistencia de garantías de que la clave requerida para la transmisión de datos no sea informada a personal no autorizado. Finalmente, el informe del GST destaca que el sistema de captación de huellas digitales, destinado en principio a identificar impostores, transmite la información del votante identificado junto con su voto, lo que claramente acaba con el elemental secreto de sufragio.
¿Por qué debería el pueblo boliviano poner su futuro en manos de un sistema tan perverso y cuestionable? Un sistema que ha resultado a menudo duramente criticado por los expertos internacionales en materia de seguridad, por haber posibilitado la realización de fraudes incluso en el ámbito bancario.
En Venezuela, el sistema biométrico ha venido jugando un rol fundamental para los fines totalitarios de su gobierno desde su instauración en el año 2004. En breve seremos testigos si el AS bajo la manga de la administración Morales consigue su único objetivo: eliminar definitivamente la transparencia de los comicios y lo poco que queda de democracia en el nombre de la modernización del padrón electoral.
* Eneas Biglione es director ejecutivo de la Fundación HACER en Washington DC.
solo nosotros los bolivianos no queremos hacer de nuestra patria algo grande,estamos siempre pensando en como llenarnos los bolsillos a toda costa, especialmente ahora con estos sistemas nuevos(fraudadores de votos) donde cada politico solo visa sus intereses personales y lucrativos, creo que sea hora de hacer un sistema simple de auditoria de personas votantes en activa, controlado apenas por los libros de registro civil de personas vivas pudiendo estos ser virtuales y abiertos para el pueblo, evitando asi la votacion de los fallecidos, asi seria mas clara y leal la votacion en nuestro medio, ya que estamos acostumbrados al silencio y a la submision, es hora de poner un basta a todo sistema de fraude votemos por un (si) visando apenas el crecimiento del pais, y de su gente, votemos por la dignidad de cada cuidadano vivo y activo para el sufragio legal...
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